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Plagas

por Redacción

Control y supresión de plagas con métodos etológicos

Los hábitos y comportamiento de los insectos plaga es determinado por su respuesta a la presencia u ocurrencia de estímulos predominantemente de naturaleza química, aunque también deben considerarse estímulos físicos y mecánicos.

En términos amplios, el estudio del comportamiento de los animales en relación con el medioambiente, se conoce como etología. Dentro de la agricultura, el control etológico de plagas se entiende como la utilización de métodos de represión que aprovechan las reacciones de comportamiento de los insectos. Cada insecto tiene un comportamiento fijo frente a un determinado estímulo. Así una sustancia química presente en una planta puede provocar que el insecto se sienta obligado a acercarse a ella. Se trata de una sustancia atrayente. En otros casos el efecto puede ser opuesto; entonces se trata de una sustancia repelente. Hay substancias que estimulan la ingestión de aumentos, otras que lo inhiben. Así podría decirse que el comportamiento de los insectos es un conjunto de reacciones a una variedad de estímulos.

Parte de ese comportamiento se debe a estímulos que se producen como mecanismos de comunicación entre individuos de la misma especie. Los mensajes que se envían y recepcionan pueden ser de atracción sexual, alarma, agregamiento, orientación y otros. Desde el punto de vista práctico, las aplicaciones del control etológico incluyen la utilización de feromonas, atrayentes en trampas y cebos, repelentes, inhibidores de alimentación y substancias diversas que tienen efectos similares. Podría incluirse también la liberación de insectos estériles, pero existe una tendencia para considerar a esta técnica dentro del control genético.

Las trampas pueden utilizarse con fines de detección, o con propósitos de control directo. Cualquiera que sea el objetivo, la ubicación de la trampa y la altura son factores importantes para su eficiencia.

Las trampas con atrayentes químicos se colocan en el lado de donde viene el viento, en cambio las trampas luminosas son más eficientes viento abajo. Las trampas de detección y monitoreo o seguimiento sirven para determinar el inicio de la infestación estacional de una plaga, sus variaciones de intensidad durante la estación y su desaparición al final de la campaña. Esta información permite orientar la conveniencia y oportunidad de las aplicaciones de insecticidas u otros métodos de control. En casos especiales, como la sospecha de invasión de una plaga, las trampas permiten el descubrimiento precoz de la plaga; por ejemplo, la detección de la mosca mediterránea de la fruta en áreas libres de esta plaga.

También sirven para verificar el éxito de las medidas de erradicación que puedan haberse emprendido contra ella. Las trampas con atrayentes químicos pueden cebarse con atrayentes de aumentación o con atrayentes sexuales. Los primeros atraen a varias especies de insectos relacionados entre sí, pero su alcance se limita a los individuos que se encuentran a pocos metros de distancia. Por el contrario, los atrayentes sexuales normalmente sólo atraen una especie pero desde distancias muy grandes. En general hay una tendencia a usar estas substancias en el seguimiento  o monitoreo de las plagas.

Eliminación de los insectos eficazmente confinados

Cuando no se dispone de atrayentes sexuales sintéticos pueden utilizarse hembras vírgenes que se colocan en pequeñas jaulitas dentro de las trampas. Las trampas de control tienen por finalidad bajar la población de la plaga en el campo y disminuir sus daños. Para matar a los insectos puede usarse insecticidas de cierta volatilidad como el diclorvos, naled o fentión colocados en el recipiente de la trampa; algún otro sistema como superficies con substancias pegajosas, parrillas electrizadas, o simplemente un recipiente con agua más aceite, querosene o petróleo, o agua con detergente.

Durante la noche muchos insectos son atraídos hacia lámparas de luz y aunque el fenómeno se conoce desde hace mucho tiempo no se sabe la razón de este comportamiento. La región del espectro electromagnético atrayente a los insectos está en las longitudes de onda a 300 a 700 milimicrones, que corresponde a la luz natural y a las radiaciones ultra-violeta o «luz negra», siendo esta última más atrayente para la mayoría de los insectos.

La efectividad de la fuente de luz depende del rango de la radiación electromagnética o longitud de onda, la magnitud de la radiación, la brillantez y el tamaño y la forma de la fuente de luz. En las trampas de detección los insectos deben conservarse en buen estado para facilitar su identificación. Si sólo se busca su destrucción basta usar un recipiente que contenga agua con aceite, querosene, o petróleo. La fuente de luz puede ser un foco común de filamento de tungsteno, un tubo fluorescente de luz blanca o un tubo de luz ultravioleta. Debido a que el tamaño del tubo es proporcional al watiaje, los tubos más grandes atraen un mayor número de insectos. De las numerosas especies de insectos que son atraídos por la luz, la mayoría son lepidópteros; y en menor grado, coleópteros e insectos de otros órdenes. Entre las especies-plaga están los perforadores de la bellota del algodonero Heliothis virescens y H. zea, el gusano rosado del algodonero Pectinophora gossypiella, el medidor de la col Trichoplusia ni, la polilla de la manzana Laspeyresia pomonella, el perforador pequeño de las plantitas de maíz Elasmopalpus lignosellus, el gusano cornudo del tomate Manduca quinquemaculata y muchos otros lepidópteros. Entre los coleópteros están diversas especies de escarabajos.

Los Lepidópteros, que incluyen a las polillas y mariposas y que casi en su totalidad son insectos plaga. Cuando estos insectos están en estado de larva, es decir como gusanos, son una de las más feroces plagas devoradoras de hojas, flores y frutos, como el gusano mazorquero que ataca el maíz. Es importante conocer además, que mientras las polillas se desplazan de noche, las mariposas por el contrario vuelan durante el día.

Los Dípteros, llamados comúnmente moscas, son en la mayoría de los casos controladores biológicos o insectos-benéficos. Como ejemplo de ello tenemos a la mosca Archytas marmoratus, que es criada por los cañeros para el control de una plaga que ataca a la caña de azúcar. Como ejemplo de insecto-plaga tenemos a la conocida mosca de la fruta.

Los Coleópteros o escarabajos, que en algunos casos son insectos-plaga, como el Gorgojo y la Diabrotica, y en otros controladores como la mariquita. La mayoría de ellos vive en el suelo, debajo de los terrones y tiene hábitos nocturnos.

Debe señalarse, que cada insecto completa su ciclo de vida en diferente tiempo, dependiendo de la especie y de las condiciones climáticas en las que se desarrolla. Por ejemplo, a la mosquilla de los brotes, Prodiplosis longifila, le puede tomar pocos días completar su ciclo de vida, mientras que a la mosca de la fruta, Ceratitis capitata, le puede tomar varias semanas o incluso meses. Finalmente, cabe señalar que los insectos son capaces de causar daño a los cultivos sólo durante alguno o algunos de sus estados.

Claudia Pinzón Gálvez

Las trampas luminosas pueden ser unidireccionales y omnidireccionales, según que la fuente de luz sea visible desde una sola dirección, o de todos los ángulos

Durante la noche muchos insectos son atraídos hacia lámparas de luz; el fenómeno se conoce desde hace mucho tiempo pero se desconoce la razón de este comportamiento

La asesoría técnica que  apoye en el manejo de plagas en los cultivos deberá tener un conocimiento preciso sobre los hábitos alimenticios, comportamiento, capacidad de vuelo, número de huevos que puede poner una hembra, tiempo de vida, etc., de cada insecto, con el fin de plantear las medidas de manejo adecuadas en el momento oportuno

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