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TOMATE DE CÁSCARA

por Redacción

La variabilidad genética no suele garantizar un rendimiento constante

Parte importante y costosa de la producción de cosechas, es la semilla y con ello, naturalmente su selección debe ser cuidadosa para garantizar la obtención del producto con la calidad requerida en el mercado. Por tal motivo, son de gran interés científico-técnico los trabajos encaminados a estimular y mantener los niveles de germinación al conservar las semillas, para poder elevar la productividad de los cultivos de forma sostenible y enfrentar los cambios en el entorno de manera más apropiada. En la producción comercial de semillas, la calidad está determinada por un conjunto de atributos, donde la calidad genética, física, sanitaria y fisiológica juega un papel importante.

La calidad fisiológica implica la integridad de las estructuras y procesos fisiológicos, siendo los principales indicadores: la viabilidad, germinación y vigor, que dependen del genotipo. Entre los factores que pueden tener efecto en la calidad de la semilla están el grado de madurez y tiempo de maduración de la semilla después de la cosecha, el desarrollo y maduración de la semilla son aspectos importantes que deben ser considerados en la producción de semillas.

Los factores ambientales prevalecientes en la etapa de floración y formación de fruto determinan en gran medida la calidad de la semilla. Se debe cosechar cuando la semilla logre alcanzar su máxima calidad fisiológica. Durante la producción es primordial que exista una adecuada disponibilidad de agua y de nutrientes para que la formación de semilla sea la adecuada. Es interesante conocer otros parámetros que permitan detectar la maduración fisiológica, correlacionándola con características morfológicas de la planta, de los frutos y/o semillas. El desarrollo de la semilla esta normalmente acompañada por el desarrollo del fruto y por una serie de importantes estados ontogénicos desde la fertilización en la acumulación de nutrimentos, hasta la madurez de ésta. La escasa germinación de semillas inmaduras ha sido atribuida a bajos niveles de nutrientes entre otras causas.

Para hortalizas de frutos carnosos, como pimiento o tomate, la maduración de las semillas generalmente coincide con el inicio de cambio de coloración de los frutos, es decir, frutos verdes con manchas rojizas. Es importante destacar que no siempre es necesario esperar la maduración completa de los frutos para retirar las semillas. Muchas veces, semillas provenientes de frutos en etapa de maduración ya alcanzaron la maduración fisiológica. El fruto de la especie Physalis ixocarpa (Brot, ex Hornem.) es conocido como tomatilllo, tomate de cáscara, miltomate, tomate de fresadilla, tomate de hoja, tomate milpero, es una solanácea originaria de México. A México se le reconoce como centro de origen, diversidad y domesticación del género Physalis ya que está representado por 50 especies.

El tomate de cáscara o tomatillo es una planta anual con tallo erecto y ramificado, de 0.9 a 1.2 m de altura. Su tallo es glabro o casi glabro, herbáceo o ligeramente leñoso en la base. Las hojas son delgadas ovaladas o lanceoladas, entre 5 y 7.5 cm de largo, dentadas y con peciolos largos de textura suave. Las flores son grandes y abiertas, de 1.8 cm de diámetro, con bordes amarillos brillantes, monopétalas con corola, presentan cinco manchas de color pardo negruzco, las anteras son purpuras; por lo general las flores están sobre pedicelos axilares o extraxilares, es cáliz es pentadentado, tiene cinco estambres; el estilo es delgado; el estigma casi bilobulado el fruto es una baya amarilla o verdosa algo viscosa, mide de 1 a 5 cm de diámetro, globoso, liso, pegajoso, algo acido, cubierto por cáliz avejigado.

A pesar de la amplia variabilidad genética, tanto en el tomate silvestre como en el domesticado, el rendimiento medio nacional se considera bajo, de acuerdo al rendimiento potencial de la especie 40 t ha-1 esto debido a una actividad agronómica limitada por el uso de variedades nativas de bajo rendimiento y sistemas de producción ineficientes, escasez de agua de insumos agrícolas y de semilla de baja calidad. Se han realizado numerosos esfuerzos para mejorar el rendimiento y la calidad funcional y nutrimental de este fruto como cruzas dialélicas, selección masal visual estratificada, cruzas planta x planta y más recientemente inducción de poliploídia entre otros.

Vigor y potencial germinativo de la semilla

Tras la madures fisiológica inicia un proceso continuo e irreversible de deterioro hasta perder su capacidad germinativa. También se ha establecido que madurez fisiológica de la semilla se obtiene cuando el fruto toma una coloración amarillenta y la semilla tiene un color parduzco y café. El proceso consiste en extraer la semilla del fruto, lavarla con agua, eliminar las que flotan y se dejan a secar en la sombra, aquellas que quedaron al fondo se vuelven a seleccionar para obtener semillas de alto porcentaje de germinación.

La calidad de la semilla puede ser afectada por diversos factores, entre los cuales cabe mencionar las condiciones climáticas como nutricionales, durante el desarrollo y formación de estas, los métodos de cosecha, contenido de humedad y condiciones de almacenamiento. La nutrición durante el crecimiento del fruto constituye uno de los factores más importantes que afecta su calidad y comportamiento poscosecha. Los cultivos hortofrutícolas, requieren grandes cantidades de potasio acumulado en los frutos para incrementar su calidad. Aun cuando la calidad del fruto está definida por varios atributos que dependen del manejo cultural y del genotipo, la nutrición potásica constituye un aspecto de manejo agronómico que permite uniformizar la maduración y lograr un mejor fruto.

El potasio es considerado un fabricador de calidad, aumenta la floración, influye en la precocidad, coloración y calidad de fruto. El potasio es requerido intensamente durante los estados fisiológicos de producción, así como en el cuajado y llenado del fruto. Este elemento cumple un papel vital en el llenado de frutas, granos y semillas. Asimismo, el potasio incrementa el rendimiento y calidad, por lo cual en esta investigación se plantearon los siguientes objetivos e hipótesis.

El acondicionamiento de semilla es obtener, de la cantidad total de semilla disponible, solamente aquel volumen que cumpla con las normas de calidad vigentes. En este sentido después de realizar la molienda de los frutos en la despulpadora, las semillas útiles deben ser secadas a la sombra para que alcancen 11 % de humedad. A lo que sigue el empleo de una cribadora con una malla de perforaciones redondas de 1.5 mm, con lo cual se obtiene semilla de tamaño medio que tiene mejor calidad que aquella que logra pasar la misma criba y que finalmente se clasifica como pequeña; cuando el primer grupo de semillas es sometido a una clasificación por peso en una mesa de gravedad, en la que se eliminan las semillas medianas de peso ligero, también aumenta la calidad de semilla del lote, ya que se mejora el vigor.

El uso de maquinaria para el acondicionamiento de semilla permite hacer más eficiente este proceso y mejora la calidad de los lotes; además de la limpieza, la clasificación de la semilla incrementa la calidad fisiológica.

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