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COLIFLOR

por Redacción

Ampliamente consumida, es una hortaliza de alto valor nutritivo.

El cultivo de la coliflor es actualmente de gran importancia económica a nivel mundial, principalmente por su producción de pellas o cabezas que se consumen principalmente como verduras o en ensaladas, utilizándose crudas, cocidas, en encurtidos o industrializadas.

Refiriéndonos al valor nutritivo de sus cabezas, ofrecen un alto contenido de hidratos de carbono, proteínas y minerales, elementos indispensables en toda dieta alimenticia. La coliflor es una planta bianual que se cultiva como anual, con raíz pivotante, de la que parte una cabellera de raíces secundarias. Produce masa globulosa de yemas florales hipertrofiadas. Se considera coliflores a las coles de pella compacta que no forman brotes, son de color blanco y tienen las hojas más anchas y menos erguidas, con limbos que cubren totalmente el pecíolo, los bordes no muy ondulados, los nervios algo marcados y blancos, las pellas de gran tamaño, la superficie poco granulada al sabor suave y no muy resistente al frío.

Las selecciones de coliflores tienen los soportes de la flor desarrollados prematuramente; las flores abortan en gran parte y las ramificaciones a lo largo de las cuales están distribuidas, se encuentran engrosadas y, disminuyendo de longitud, forman una especie de corimbo regular que termina en una superficie blanca amontonada. Es decir, las ramificaciones florales, gruesas, blancas, más o menos apretadas, pero sí unidas y muy tiernas, forman una masa que es la cabeza o pella de la coliflor, en la que los rudimentos de las flores están representados por pequeñas asperezas en la parte superior.

Son consideradas como coliflores las coles de pella compacta que no forman brotes laterales, son de color blanco y tienen algunas características morfológicas distintas, como las hojas, más anchas y no tan erguidas, con limbos que cubren generalmente en su totalidad el pecíolo, a no ser en las hojas muy viejas algunas variedades; tienen también los bordes de los limbos menos ondulados, nervaduras menos marcadas y no tan blancas, así como pellas de mayor tamaño, de superficie menos granulada y sabor más suave.

La coliflor se adapta a una altitud de 1000 a 3100 m.s.n.m. clima cálido, subcálido, prefiere templado y frio. Con una precipitación de 700 a 1500 mm. Una temperatura óptima de 12 a 18° C, mínima 10° C máxima 27° C. Necesitando de 4 a 8 horas sol por día en cielo despejado. Humedad relativa de 90-95%.

Obtención de variedades híbridas de coliflor

La coliflor, al igual que los restantes cultivos de la especie Brassica oleracea es alógama. Los tipos de variedades cultivados han dependido del sistema de autoincompatibilidad. Hasta los años 60 todos los cultivares de coliflor empleados en Europa eran variedades de polinización libre que se podían agrupar en dos grandes clases. Por una parte, había unos tipos autocompatibIes bastante homogéneos que se recolectaban en verano. El resto de las variedades lo constituían cultivares autoincompatibles y que, por lo tanto, deberían ser muy heterocigóticos. La mejora comenzó en los tipos autoincompatibles desarrollando líneas puras como variedades comerciales.

En las otras variedades se intentó la obtención de híbridos FI con mu y poco éxito hasta 1985. La situación actual es de mantenimiento de algunas variedades de polinización libre, con tendencia creciente al uso de híbridos. Recientemente ha aparecido un nuevo cultivo conocido con el nombre de «Romanesco», que se está extendiendo rápidamente por Europa y América del Norte. Inicialmente –y así figura aún en muchos catálogos de casas comerciales– figuraba como una variedad del brócoli. Sin embargo, recientes estudios indican que el romanesco debe ser considerado una variedad de coliflor.

Existen aproximadamente más de 3 mil especies, pero sin embargo en la actualidad tres variedades son las que más se comercializan: la coliflor blanca, la coliflor verde y la coliflor morada. Y, precisamente, dentro de estas 3 mil especies nos encontramos igualmente con algunas de las variedades más conocidas y populares, como por ejemplo es el caso del brócoli, la col blanca o repollo, la col lombarda o el nabo, entre muchos otros.

La coliflor blanca es considerada la más común. Su color es debido a que durante su cultivo la mata de las hojas verdes que la rodean es unidas por encima, impidiendo así la entrada del sol y el desarrollo de la clorofila. La coliflor verde, sin embargo, se caracteriza porque sí se permite su exposición al sol, dejando que se desarrolle la clorofila. En el caso de la coliflor morada, su coloración se debe a la presencia de antocianinas, unos pigmentos antioxidantes que desaparecen al momento de cocerlas.

La coliflor es especialmente rica en agua, lo que la convierte en una opción ideal en dietas de adelgazamiento y en dietas depurativas, gracias a que ayuda naturalmente a depurar el organismo y prevenir o evitar la retención de líquidos. También destaca por su bajo contenido tanto en hidratos de carbono como en proteínas y grasas, por lo que su aporte calórico es real y verdaderamente bajo. De hecho, 100 gramos de coliflor aportan apenas 25 calorías.

Diversos estudios concluyen que los tipos cultivados de Brassica oleracea se originaron a partir de un único progenitor similar a la forma silvestre. Esta fue llevada desde las costas atlánticas hasta el Mediterráneo. De esta manera, aunque la evolución y selección de los distintos tipos cultivados tuvo lugar en el Mediterráneo oriental, la especie a partir de la cual derivaron sería B. oleracea y no las especies silvestres mediterráneas. Las evidencias apuntan a una evolución del brócoli y de la coliflor en el Mediterráneo. En un principio el cultivo de la coliflor se concentró en la península italiana, y debido a las intensas relaciones comerciales en la época romana, tendría como resultado su difusión entre distintas zonas del Mediterráneo. Durante el siglo XVI su cultivo se extendió en Francia, y apareció en Inglaterra en 1586. En el siglo XVII, su cultivo se generaliza por toda Europa y a finales del siglo XVIII se cita su cultivo en España. Finalmente, durante el siglo XIX las potencias coloniales 2europeas extendieron su cultivo a todo el mundo.

Principales formas de cabeza con buena demanda en los mercados

La forma de la pella en la coliflor presenta algunas diferencias que son interesantes para su utilización en las descripciones varietales:

  • Esférico. La forma de las pellas es relativamente esférica, con base plana reducida, siendo el resto de forma redondeada hasta la cúspide.
  • Abombada. La base plana es más amplia que en el tipo esférico, la relación del diámetro a la altura es mayor y la forma de la superficie en su mitad superior es más amplia.
  • Cónica. Los rudimentos florales forman aglomerados cónicos parciales, en conjunto toman la forma apuntada o cónica, especialmente apuntada en al cúspide de la pella.
  • Aplanada. La superficie superior de la pella es tan amplia como la base, siendo la relación diámetro-altura mayor que en el tipo abombado, resultando en conjunto una pella aplastada.
  • Hueca. Es el tipo que forman las pellas más ramificadas interiormente.

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